En nuestra primera semana en Jerez, hicimos una ruta de bicicleta a la laguna medina. Estuve la primera actividad con José, Tina (la voluntaria del año pasado), y las otras nuevas voluntarias. Tina vino a Jerez por la primera semana para compartir sus propias experiencias del año pasado con nosotros, para apoyarnos con la orientación en Jerez y para mostrar a nosotros sus sitios favoritos aquí.
La ruta de bicicleta empezó con una desayuna español y después fuimos a “la Cartuja”, un monasterio cerca de Jerez. La siguiente parada estuve la laguna medina. Aunque no llevó agua me pareció muy bonita. Normalmente se pueden ver muchos pájaros allí por ejemplo flamencos. A la laguna medina comimos queso y chorizo y después empezamos la camina a casa. Hacía mucho viento y por la tarde estábamos muy cansados – pero todo en todo, la primera actividad en Jerez me encanté mucho.

La preparación e implementación del primero Club de Inglés estuve algo completamente nuevo para mí. Durante la organización hay que pensar a muchas cosas – creer un cartel (que tomó mucho tiempo porque tuve cambiarlo muchas veces), contestar a correos, hacer un plan de clase, preparar las actividades. Por fin tienes que ser muy espontaneo porque depende a las participantes si las actividades funcionan y si caben en la marca de tiempo. Al menos eso fue el caso con nuestro primero club de inglés porque los participantes tuvieron niveles de inglés muy diferentes. Sin embargo, creo que nos lo arreglamos bien y estuve una buena clase. Por la próxima clase vamos a desenar un nivel mínimo de A2.

Hasta ahora ya he aprendido mucho sobre la cultura española (costumbres típicas, comida típica, …). Tuvimos tres cartas de vinos en cuales comimos tapas también. La primera fui sobre vinos en general. En las otras bebimos vinos de Jerez secos y dulces. José nos cantó mucho sobre la producción de estos vinos y sobre la comida que va bien con estos. De todos los vinos de Jerez solo me gustaron dos vinos dulces – el vino “Cream” y el vino “Pedro-Ximenes”. José nos cantó también sobre una bebida que se llama “Morenita”, es una mezcla entre Moscatel (un vino de Jerez muy dulce) y Fino (un vino de Jerez muy seco). Aunque las dos no me gustan solas “Morenita” sabe muy bien.

La temporada navideña este ano fue diferente para todos/as nosotros/as y muchas de las cosas que solemos hacer no fueron posible. Para mí y Julia, la otra voluntaria de larga duración aquí en Jerez, navidad algo muy especial – especialmente amamos hornear galletas e ir a los mercados navideñas para beber vino caliente con nuestros amigos. Por eso decidimos que compartir nuestras recetas favoritas en un Instagram live. En esta manera todas personas quien quiso participar pudieran cocinar con nosotros desde sus casas. Hicimos dos recetas navideñas típicas de Alemania / Austria: pan de jengibre y vino caliente. Después del video en vivo, los participantes pudieron enviarnos sus resultados y todos se veían realmente deliciosos.

Normalmente, al principio de cada proyecto ESC de larga duración hay una formación de llegada, en qué todos/as voluntarios/as de una región se encuentran en el mismo lugar para conocer a las otros/as, hacer actividades juntos/as y para aprender sobre cosas importantes como sus derechos como voluntarios/as. Con Covid, obviamente, una reunión tan grande fui imposible y tenía que ser en línea. Eso significa que teníamos reuniones en Zoom para 6 horas cada día.  Si estoy sincera, no tenía muchas expectaciones de esta formación porque tenía miedo a cansarme en línea nunca es tan posible conocer a gente que en la vida real. Pero fui sorprendida – la formación fui muy interesante y diversa. Consistió en sesiones de información por las mañanas y clases de español por la tarde. También hicimos muchos actividades y juegos que nos permitían a conocer los demás y a reír juntos/as. Conocí a voluntarios que ahora están en Málaga, Granada y Algeciras e hicimos planes para visitarnos tan pronto como la situación de la Pandemia lo permita. Realmente estoy deseando que llegue.

Una de mis tareas en AJ Inter es organizar un Club de Conversación Alemán en Zoom en qué yo ayudo a personas españoles (y también de otros países) a practicar su alemán y a sentirse más seguro/a hablando este idioma. No es como un típico curso de idiomas en que aprendes sobre reglas de gramática y vocabulario, pero más como un lugar en que la gente que sabe un poco de alemán puede practicar hablar a través de conversaciones sobre temas distintas – por ejemplo, la música, la cultura, la comida o viajar. Al inicio me costó un poco que las reuniones son en línea y no presenciales por lo tanto que es más difícil conectarse con la gente y crear un sentimiento de grupo. Pero yo constantemente conozco a nuevas aplicaciones digitales, que me ayudan a crear las lecciones en una manera interactiva y creativa. Por fin, disfruto mucho organizar esas reuniones porqué es una oportunidad muy buena y divertida para las/los participantes y yo a aprender sobre las culturas de los demás.

Una vez por la semana participo en un Club de Conversación Español organizado por mi compañera Eugenia y dos voluntarios españoles que participen en un proyecto ESC en Turquía, se llaman Ara y Marcos.  En esas reuniones puedo practicar mí español en una manera efectiva por que los/las participantes tienen un nivel similar como yo. Es más fácil parar mí hablar con gente que tienen un nivel similar porque los entiendo mejor y me siento más segura hablando. Los temas que Eugenia, Ara y Marcos eligen por las lecciones son siempre muy interesantes y ya he aprendido muchas palabras y frases nuevos.

El sábado pasado fui el ultimo día con nuestra compañera de piso Elif (una chica de Turquía). Ella vivía con nosotras por 3 meses para hacer sus practicas de Erasmus en AJ Inter. Como despedida todo el equipo de AJ Inter se encuentro junto para cocinar y comer comida española. Eu, nuestra tutora, nos mostró como cocinar tortilla de patatas y pimientos fritos. También cocinamos “Pide”, una comida Turquía. Todo estaba muy rico y ahora tengo muchas recetas nuevas que puedo mostrar a mi familia cuando volveré a Austria. 

La primavera llegó a Jerez y no solo trajo flores y sol, sino muchas nuevas oportunidades. Con el clima cálido finalmente es posible implementar actividades al aire libre. Aproveché esta oportunidad para comenzar algo que tenía en mente desde mi llegada aquí a Jerez: dar clases de yoga en un hermoso parque cerca de nuestro piso compartido. Nuestra primera reunión fue todo un éxito. Nos reunimos un sábado por la mañana para empezar el fin de semana de forma consciente y activa. Hicimos una práctica de yoga suave y fácil ya que la mayoría de los participantes, el equipo de Inter y otros voluntarios, probaron el yoga por primera vez. Mientras estábamos sentados juntos después de la práctica, algunos se sorprendieron: “Nunca pensé que debías usar tanto tus músculos para hacer yoga”. Eso es exactamente lo que me encanta de este deporte: es la combinación perfecta entre movimiento y relajación. Se trata de conectar con tu respiración tu cuerpo y tu mente, de reducir la velocidad y ganar nueva energía al mismo tiempo.

Desde el 12. de abril hasta el 12. de mayo se celebra el Ramadan en la religión musulmana. En este periodo de tiempo es prohibido comer y beber desde el amanecer hasta el atardecer. Mis compañeras de piso Büsra, Rabia y Kübra de Turquía lo celebraron aquí en España. Para aprender más sobre esa tradición nos quedaremos en nuestro piso con el equipo de AJ Inter y dos otros amigos de España y Turquía para cenar juntos después del atardecer. Todos cocinábamos un plato típico de nuestra cultura – comimos Gözleme y sopa de lentejas (de Turquía), Tortilla de patatas (de España), “Schupfnudeln” (de Alemania) y “Mohnnudeln” (de Austria), y unas postres típicas de Turquía. Después, todos estábamos a punto de reventar – pero muy feliz y enriquecidos de ese intercambio de culturas.