Me llamo Maria, tengo 26 años y nací en Ruanda. Soy psicóloga con un máster en cooperación internacional al desarrollo. Decidí hacer el voluntariado para mejorar mi francés, conocer otra cultura y porque pensaba que el trabajo se adaptaba a lo que buscaba.
Finalmente me decepcionó un poco y nuestra misión no fue muy clara y la organización no sabía muy bien nuestras funciones, aunque también es verdad que éramos las primeras voluntarias que veníamos tanto tiempo. Tuvimos que buscarnos un poco la vida para trabajar y aunque redactamos un proyecto para llevarlo a cabo no se lo leyeron los responsables. Es por eso que nos dejamos llevar y participamos de las actividades que ya habían organizadas, y el resto del tiempo libre nos buscábamos la vida para sentirnos ocupadas.

Los trámites del voluntariado fueron rápidos y sin problemas. La formación que realiza INTER antes de enviar voluntarios debería estar adaptado al nivel académico de cada persona.
Hemos hecho diferentes actividades como deporte, teatro y talleres relacionados con la solidaridad y la concienciación sobre el cuidado del medio ambiente y el voluntariado para que se involucren en sus comunidades.
